No se trata del alpiste que solemos ver comer a nuestros pajaritos. Muchos me lo preguntan y se trata de un alpiste especial de consumo humano que se compra en herboristerías. Si lo comparáis, podréis ver que hay una gran diferencia. Ésta es la que emplearemos para hacer leche de alpiste.
La leche de alpiste, cada vez se está haciendo más popular gracias a los beneficios que trae para el cuerpo como leche vegetal que es. Es capaz de cambiar tu forma de vivir con tan sólo un par de vasos al día y es que hará que tu cuerpo conozca todos sus beneficios. ¿Quieres conocerlos?
Leche de alpiste – Rico en proteínas
Tan sólo seis cucharadas equivale a las proteínas que tienen ¡6 kilos de carne! Una fuente completa de proteínas vegetales de lo más potente, que ayuda a la recuperación del entrenamiento, a tomar las proteínas diarias suficientes y a dejar a un lado las toxinas propias de las carnes.
Leche de alpiste – Quemagrasas natural
Gracias a las enzimas lipasas, que son expertas en comerse la grasa de las arterias y las venas, conseguiremos eliminar grasa de manera natural, además de la grasa visceral que rodea a los órganos y así, recuperando su función natural.
Leche de alpiste – Diurético
Podremos eliminar los líquidos que nos sobran si padecemos de retención de líquidos, aunque es algo potente. Así que es mejor que no salgas mucho de casa o tengas un baño cerca y aumenta un poco la sal en las comidas si ves que tienes mareos debido a la eliminación continua de líquidos.
Leche de alpiste – Contra la diabetes
Ya se ha mencionado más de una vez a la leche de esta semilla como una solución para controlar el azúcar en sangre porque es capaz de rebajar los niveles de glucosa de manera muy efectiva.
Leche de alpiste ¿cómo se hace?
Para hacerla sólo necesitas agua mineral, semillas de alpiste y una buena batidora que hará que vaya soltando todas sus propiedades y como resultado quede un líquido semejante a la leche.
Os dejamos un vídeo, para que puedas echarle un vistazo cómo se hace esta leche paso a paso.
Leche de alpiste ¿cómo tomarla?
Es muy sencillo. Para poder aprovechar todas sus propiedades, lo mejor es tomarnos un vaso de leche de alpiste por las mañanas en ayunas y otro vaso, por la noche, antes de acostarnos. Por supuesto, sin añadirle nada más. En sólo una semana, podrás notar los resultados.
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