Cuando nos encontramos realizando una dieta o procurando cuidar nuestra línea de una forma más activa, solemos seleccionar los alimentos que comemos son sumo cuidado. Pero, puede que estemos escogiendo alimentos que creemos que son muy sanos y nos ayudan a bajar de peso, cuando en realidad es al contrario.
Buscando la ligereza
Debemos saber que no todos los alimentos son iguales, es decir, no será lo mismo un bocadillo de pan integral con aguacate y pavo, que un bocadillo de pan blanco con bacon y huevo, pues no nos encontramos ante los mismos nutrientes ni la misma cantidad de calorías.
Más allá de lo que vayamos a comer, debemos fijarnos bien en los ingredientes que contiene y sobre todo, en sus nutrientes y calorías. De esta forma, conoceremos bien las propiedades de aquello que nos llevamos a la boca.
Las comidas ‘trampa’
¿Quieres conocer alguno de los alimentos trampa? ¿Aquellos que son elegidos generalmente para adelgazar, pero que en realidad engordan mucho más de lo que pensamos? Aquí tienes algunos de los más comunes:
- Los cereales de desayuno. Normalmente asociamos los cereales a un alimento sano, aunque esto puede dar pie a confusión, pues no es lo mismo un tipo de cereal natural e integral, como la avena o el salvado, a la mayoría de los comerciales. Estos últimos suelen estar repletos de azúcares, grasas y calorías.
- Los zumos de frutas comerciales. Podemos pensar que son un producto altamente saludable, ya que su origen es la fruta, y no iríamos desencaminados si su origen también fuese natural. Al ser zumos comerciales, es decir, tratados y envasados, suelen tener una ínfima cantidad de fruta, además de muchos azúcares añadidos y otros aditivos.
- Las barritas de cereales. Al igual que los cereales de desayuno, estas barritas, utilizadas generalmente para hacer un ‘break’ sano, suelen contener muchos azúcares y una cantidad importante de grasas trans.
- Bebidas isotónicas. Podemos pensar que si las beben los deportistas, serán estupendas para todo el mundo. Pues no. Este tipo de bebida, contiene un elevado porcentaje de calorías, sodio y azúcares, destinados a reponer el gasto de energía de un deportista.