Las temperaturas empiezan a subir sin prisa, pero sin pausa y se va notando ya el calor en el ambiente, sobre todo en las horas centrales del mediodía. Por esto, las reservas hídricas de nuestro cuerpo, reclaman una ingesta mayor de líquido y una excelente hidratación para poder mantenernos sanos.
Aunque beber agua es importante, sea el día del año en el que nos encontremos, durante el verano nuestro cuerpo se ve sometido a un mayor esfuerzo y temperatura y es más fácil llegar a una deshidratación. Así que, aprende a no despegarte de tu botella de agua fresquita.
Cómo perdemos agua
El líquido elemento representa más de la mitad del peso de nuestro cuerpo y la pérdida de agua se sucede durante casi cualquier gesto: cuando sudamos, cuando vamos al baño e incluso, cuando respiramos. Si el ambiente es muy cálido o tenemos fiebre, perdemos líquido aún más rápidamente.
Pero, ¿cómo saber si nos estamos deshidratando?
Algunas de las señales que nos indican un elevado índice de deshidratación en nuestro organismo, son:
- Sequedad en la boca.
- Sed extrema.
- Poca o nada de orina. Si existe, ésta adquiere un tono muy oscuro.
- Fatiga o somnolencia.
- Confusión.
- No afloran lágrimas cuando se llora.
- Sensación de aturdimiento y/o mareos.
Cuánto líquido necesitamos diariamente
El requerimiento diario de líquidos y agua, se establece entre los 2 y 2,5 litros, todo esto en condiciones normales. Dependiendo de las condiciones ambientales, las condiciones fisiológicas y la actividad física, aumentaremos esta cifra.
Es recomendable que al menos un 75% u 80% del líquido que tomemos, provenga de las bebidas y el restante 25% o 20%, tenga su origen en los alimentos. Las bebidas más aconsejables para restituir la hidratación en nuestro cuerpo, son:
- El agua.
- Zumos.
- Bebidas isotónicos.
- Refrescos.
- Café o té.
Además, existen algunos alimentos altamente hidratantes y muy recomendables durante las jornadas de extremo calor, como por ejemplo: el melón, el tomate, la lechuga o el pepino.
Apuesta por una alimentación repleta de alimentos frescos y no te separes de tu botella de agua. De esta forma, te asegurarás una hidratación profunda y un buen funcionamiento de tu organismo.