Todos sabemos que el aceite de oliva virgen extra es un ingrediente esencial en la dieta mediterránea, pero muchos piensan que se debe tomar en crudo, y que freír con este aceite es todo un desperdicio. En cambio, hay muchas razones por las que debemos cocinar con aceite de oliva, y no solo tomarlo en crudo.
El aceite de oliva virgen extra aporta una gran cantidad de beneficios para la salud al contener un alto nivel de ácidos grasos monoinstaurados (ácido oleico) y antioxidantes naturales que resultan imprescindible para nuestro organismo. Aporta vitamina E y disminuye el colesterol malo, mejorando la circulación sanguínea.
Por todo ello, tomar dos cucharadas de aceite de oliva al día o utilizarlo como aliño en nuestras ensaladas o cualquier otro plato, resulta esencial en nuestra dieta. Pero no solo es importante tomarlo crudo, también debemos utilizarlo para cocinar, freír o asar, ya que resulta mucho más beneficioso para la salud que el aceite de girasol que solemos utilizar. A continuación, explicamos una serie de ventajas sobre el uso del aceite de oliva para cocinar:
-Éste es el único aceite que no pierde sus propiedades en altas temperaturas, aguantando hasta 180 grados, por lo que se conservan perfectamente los nutrientes de los alimentos.
-A diferencia de otros aceites que cuecen los alimentos empapándolos o quemándolos, el aceite de oliva fríe los alimentos y los envuelve en una capa crujiente que no deja traspasar la grasa, lo que hace que el aporte calórico sea menor.
-Si se fríe correctamente, este aceite no resulta pesado para nuestro estómago y hace una buena y correcta digestión.
-A pesar de que es más caro, cunde mucho más que otros aceites, ya que una sola cucharadita crece en la sartén.
Así pues, no cabe ninguna duda de que el aceite de oliva virgen extra es el más sano para consumir, ya sea crudo o cocinado, y que utilizarlo para freír no es ningún desperdicio, al contrario resulta muy beneficioso y es muy aconsejable su uso en todos los ámbitos culinarios.
