Llega el buen tiempo, y, como hay más horas de sol y los pequeños están más activos, sólo tienes ganas de tirarte a la calle con ellos, aunque, hay que tener ciertos cuidados, sobre todo si el pequeño se encuentra en el primer año de vida, donde, es más sensible a los estímulos externos, y su piel también mucho más delicada. Por esto, aquí os recomendamos una serie de diez cuidados para los bebés en primavera, para que aprovechéis a tope todo lo que os ofrece esta estación.
- Hay que tener claro que la vacunación es muy importante. Y más en la primavera, cuando, los niños empiezan a interactuar más horas y en más escenarios con más niños, y, por ello, tener las vacunas de la varicela o el sarampión son claves para la primavera.
- Hay que tener en cuenta que, en la primavera, los agentes patógenos son más numerosos, y además se multiplican más rápido, por ello, los niños se pueden enfermar con más rapidez. Para evitar esto, hay que tener una higiene más estricta para el bebé, además, de intentar introducirlo a nuevos espacios poco a poco para descubrir si el pequeño tiene algún tipo de alergia, y poder tomar las medidas necesarias, sobre todo en los días cálidos y secos, en los que hay una mayor presencia de polen y otros agentes alérgicos.
- Tu hogar, al menos una vez a la semana se debe limpiar a fondo, ya que, los pequeños, al tener más horas de luz, están más activos, y tienen más tiempo para tocar y chupar todo.
- La hidratación de los bebés es uno de los puntos claves, que, se debe mantener todo el año, pero, sobre todo tal y como se van acercando los meses cálidos. Hay muchos pequeños que no tienen sensación de sed, por eso es aconsejable llevar siempre una botellita e ir dándole cada cierto tiempo agua, aunque no lo pida. Además, también se le puede ofrecer zumos naturales, que, además aportará energía y vitaminas claves para los más pequeños.
- Hay que aprender que, aunque no se vaya a tomar el sol directamente, la protección solar es clave para los pequeños. Aunque sea para salir un rato, y vaya tapado, es recomendable que lleven una crema con un factor de protección alto, para que no le aparezcan problemas prematuros con el sol, aunque, todavía no hace falta que sea de pantalla total, salvo que, se le vaya a exponer durante las horas centrales en un día especialmente calurosos.
- La ropa tiene que estar adecuada a las temperaturas de la primavera, con tejidos que les permita tener una buena transpiración, además de que les permita sentir la calidez de los rayos del sol.
- Si es un recién nacido, hay que tener mucho cuidado, ya que estos pequeños son especialmente sensibles, además, hay que conocer que los cambios estacionales pueden causar cambios de comportamiento en los más pequeños.
- Los mosquitos y otros bichos dan la sensación de que tienen especial predilección por los más pequeños de las casas. Por ello, hay que protegerlos, pero, tener especial cuidado con los productos que se le ponen, ya que, pueden ser tóxico para los pequeños.
- Tener cuidado con los cambios. Llega la primavera, y con ella una mayor exposición al sol. Muchas veces, cuando se tienen que ir a dormir es casi de día y los padres piensan que se les puede dejar un rato más. Con esto hay que tener un especial cuidado para que no cambien en ritmo de sueño, y, sigan con la rutina, ya que, los más pequeños, para estar totalmente sanos, necesitan tener unas rutinas marcadas.
- La alimentación. Con los primeros calores los más pequeños pueden sufrir un cambio con respecto a la alimentación, que, rechacen alimentos que antes tomaban sin problemas, o dejen de comer. Es normal, pero, no hay que dejar su alimentación descuidada, por ello, habrá que cambiar los alimentos ofrecidos, a más frescos y con más color, además de zumos y batidos para conseguir equilibrar sus necesidades.