Todos conocemos la donación de sangre, órganos o más recientemente, de la que se está hablando mucho y necesitando nuevos donantes, la donación de médula.
Pero todavía hay otras formas de donación, más desconocidas, pero como todas, totalmente necesarias. Y hoy, vamos a hablar de una de las más fáciles y menos conocidas, la donación de leche materna, la que deja diariamente miles de superheroinas desconocidas, que, no solo alimentan a sus hijos, sino que ayudan a los que no lo pueden hacer.
Lo primero, vamos a desmontar un miedo que va a surgir. NO. Si donas tu hijo no va a tener menos leche, en ningún caso, sino que será al contrario, ya que, el cuerpo de la mujer es muy sabio y a mayor demanda de leche, más y mejor leche va a producir. Además, gracias a las necesidades de tu bebe, tu leche irá cambiando, y adaptándose a sus necesidades alimenticias. Así que, desde este mismo punto, todos tenemos claro que el donar no hará que se tenga falta de leche en ningún momento.
Dudas más habituales
A la pregunta de ¿Quién puede donar? Cualquier madre que esté en el periodo de lactancia de materna, y este sana. Lo primero que debe hacer es dirigirse a su centro de salud habitual, para que se le den todos los datos necesarios, y tras ello, desde allí le dirigirán al Banco de Leche más cercano -actualmente en España hay 10 activos-, donde tras unas entrevistas y unas pruebas de sangre básicas, para descartar posibles enfermedades, se le dará un kit, de extracción de leche y para guardar la misma congelada, no más de 15 días, antes de enviarla al banco de leche más cercano.
Y la pregunta más importante, ¿quién la necesita? Los niños. Los recién nacidos, o bebés, en principio, sin importar porqué o de quien, que no pueden recibir leche materna de su madre. Algunos de los casos más comunes son:
- Bebés prematuros con muy bajo peso.
- Madres que no pueden amamantar por tener una enfermedad como VIH o leucemia.
- Madres con medicación que no pueden dar el pecho por el peligro a que el niño reciba parte de la medicación.
- Hijos de toxicómanas, con riesgo a que las sustancias que toman las madres les afecte.
- Bebés o neotatos que han fallecido sus madres
Un caso que aún no se ha empezado a observar, pero por la cantidad de niños nacidos de embarazos subrogados fuera de nuestras fronteras, y con el debate de si se debería permitir en España este tipo de gestaciones, entra en este supuesto, ya que, o bien los niños no tienen una figura materna, o la que tienen no les puede dar de mamar, por no haber sido también la gestante, por lo que, este caso, debería ser incluido en los anteriores como niños que también necesitan un aporte de leche materna.
Muchos, llegados a este punto, se estarán preguntado porqué es tan importante la leche materna, cuando hoy en día hay múltiples opciones en el mercado que la sustituyen con más o menos éxito. Obviamente, la leche materna es la mejor fórmula que existe para alimentar a los niños, todos los estudios realizados hasta la actualidad están de acuerdo con que, deberían ser alimentados tan sólo con ella hasta los 6 meses, y en casos que la madre esté dispuesta y el niño no rechace, es beneficioso como alimentación complementaria hasta los dos años de edad. La leche materna es inocua, y es fuente de información genética, lo que le ayuda a luchar contra virus, y las alergias en un futuro, además, de evitar necrosis intestinales, que son la principal causa de la muerte de los neonatos.