Malditos celos…El amor y los celos están muy relacionados, ya que quien ama está habitualmente en alerta hacia la otra persona. Los celos en pequeñas proporciones son saludables y hasta pueden ser románticos, pero cuando son excesivos pueden llegar a ser enfermizos y causar un gran dolor. Como pasa en muchos problemas psicológicos los celos son los desencadenantes de una situación personal y familiar insostenible.
Una forma fácil de controlar los celos es hablar abiertamente con la persona que los provoca, o con un especialista. Es muy común que en las relaciones se produzcan celos por temor a perder a esa persona que tanto se quiere, pero todos sabemos que tenemos que saber controlarlos para poder ser felices, ya que las personas celosas difícilmente pueden serlo, porque quieren controlar continuamente a su pareja y sospecha de todos sus actos y eso le hace imposible ser feliz.
Debajo de una persona celosa podemos encontrar que tiene la autoestima baja aunque parezca lo contrario, que se le hace difícil valorarse a sí mismo/a, que tuvo pérdidas afectivas en su infancia ocasionadas por padres muy exigentes y muy críticos que valoraban poco las virtudes de sus hijos, o que tiene patrones afectivos mal aprendidos o modelos poco útiles para seguir.
Hay especialistas que consideran que los celos surgen en personas inseguras que no confían en que su pareja le quiera y le sea fiel. Cuando una persona tiene la autoestima muy baja le resulta imposible creer que alguien se puede fijar en ella por lo que empiezan a dudar y hasta se llegan a ver traiciones donde no las hay.
La cantidad de críticas y minusvaloración que arrastra una persona celosa, provoca que no sepa apreciar lo que los demás hacen por él y que lo interprete como si fuera por otra persona, como si hubiera otro motivo para actuar así, como si hubiera un amante al que ocultar. Por eso todas las conductas que realice su pareja serán reinterpretadas por el celoso/a hacia ese punto. El problema está en la baja autoestima que sufre esa persona y que le hace sentirse poco merecedora de cariño o aprecio.
Muchas veces las personas celosas actúan impulsivamente de forma inadecuada con su pareja, y una vez que se ha dado cuenta del error se arrepiente y se disculpa. Pero el tiempo va pasando y el error se vuelve a cometer, lo que deteriora la relación.
Cada vez que una persona celosa interprete que le están engañando va a reaccionar de forma agresiva verbal o física, haciendo críticas a su pareja, recriminaciones, obligaciones…que solo él mismo es capaz de entender por su incoherencia y que los demás verán como una falta de respeto y un abuso de poder, con lo que las discusiones se repetirán una y otra vez.
Como su actitud se fomentó desde pequeño/a, ésta es igual a la de un niño, teniendo rabietas, gritos, siendo agresivo e irracional y sintiéndose incomprendido. Este problema es más profundo de lo que parece a primera vista, pues no se trata de una persona cabezona que sólo piensa en el/ella, sino que de verdad hay un problema emocional que necesita tratamiento y reaprendizaje.
Si eres una persona celosa hay algunas recomendaciones que puedes seguir siempre que desees con todas tus fuerzas acabar con esa actitud obsesiva. Primero identifica si realmente hay razones para tener celos.En caso de que hayan motivos debes expresarlos de inmediato a la otra persona para evitar malentendidos y no deteriorar la relación.
Elimina la palabra «celos» de tu diccionario ya que hace referencia a una actitud no deseada. En lugar de decir «soy celoso» es mejor decir «actúo celosamente» ya que de esta manera haces referencia a un hecho y no a tu propia identidad.
Cuando aparece un arrebato lo mejor que puede hacer la otra persona es mantenerse calmada y serena, preguntar qué es lo que le ha molestado y cómo se puede mejorar. Así la persona celosa se sentirá poseedor de la verdad y se relajará. Si te enfrentas a el/ella, solo empeorarás la situación.
Hay que buscar actividades que sean gratificantes para los dos, así se relajarán lo ánimos y se fomentará la buena comunicación y los buenos momentos.Esto mantendrá la pareja unida y elevará la valía y la autoestima de la persona celosa al hacer cosas útiles que disminuyan su ansiedad. Ya que si se entra en la dinámica de la discusión, estáis perdidos.
Hay que estudiar los pensamientos distorsionados y desmontarlos para sustituirlos por otros más racionales y maduros. También hay que limitar los horarios en lo que se puede discutir y en los que se puede disfrutar para que se sienta obligado a cumplirlo y para que la situación no vaya a peor.
Debido a que muchas veces sus pensamientos son erróneos y exagerados por el nivel de ansiedad, si se obliga a la persona a retenerlos y no decirlos hasta que llegue su «horario de celos», muchos de esos pensamientos habrán desaparecido, con lo que se evitarán muchos enfrentamientos innecesarios.