Hoy os vamos a hablar de una enfermedad poco conocida pero muy peligrosa, una enfermedad que si no se trata a tiempo puede desencadenar en una repentina muerte. Se trata del Púrpura Trombocitopénica Idiopática.
La PTI es un trastorno de la sangre que se caracteriza por la destrucción de plaquetas necesarias para una normal coagulación en la sangre. Las plaquetas son unas células sanguíneas que ayudan a parar las hemorragias, por tanto su destrucción o disminución provocan moratones y hemorragias internas, manchas de color morado que se acentúan dentro de la piel, de ahí el nombre de púrpura.
Estos pacientes crean autoanticuerpos que se dirigen a la membrana de las plaquetas y las células precursoras de las plaquetas presentes en la médula ósea, provocando una destrucción de estas plaquetas al llegar al bazo y disminuyendo su producción a nivel medular.
Se le llama idiopática porque en un principio sus causas son desconocidas. Después de mucho investigar, se ha demostrado que esta enfermedad puede ser causada por la falta de un tipo de proteína (enzimas), encargada de la coagulación de sangre, dando lugar a una anormal coagulación. Puede ser también, que la causa sea hereditaria, al nacer con un nivel muy bajo de esta enzima. Como causas secundarias, encontramos el uso de algunos fármacos, durante el embarazo, por infección de hepatitis C o VIH, o por trastorno inmunitario.
En niños puede ser producido por infecciones víricas.
Los síntomas pueden variar, desde no observar ningún tipo de síntoma hasta presentar hemorragias de distinta gravedad.
- Un tipo llamado petequia, son unos puntitos rojos que aparecen en la piel debido a la salida de los glóbulos rojos mediante la pared de los vasos sanguíneos.
- Puede haber sangrado abundante fuera de lo normal durante la menstruación.
- En menor medida, puede aparecer hemorragia en la nariz o las encías. Y con muy poca frecuencia, hemorragia en el cerebro.
Para su diagnóstico, es muy importante la historia médica del paciente, ya que a veces es difícil de encontrar y no existe ninguna prueba específica para el PTI. Se pueden realizar pruebas en la sangre como frotis de sangre periférica, que se ve la sangre en el microscopio, observando unas plaquetas más grandes de lo normal pero con un número muy reducido. También es interesante realizar una biopsia de la médula ósea, ya que este órgano produce la sangre y podría encontrar la causa de la disminución de plaquetas. Por último, existe una prueba que puede ser negativa para algunos pacientes, pero muy específica y decisiva si resulta positiva al realizarse, se trata de la búsqueda de la presencia de anticuerpos antiplaquetarios en la sangre.
El objetivo principal del tratamiento es conseguir un número de plaquetas suficiente para evitar el sangrado. En niños no se necesita normalmente tratamiento, suele desaparecer solo.
Normalmente, el tratamiento puede consistir en:
- Corticoides: administración de prednisona. Es utilizado por un 80% de los pacientes.
- Gammaglobulina intravenosa: inhibe los anticuerpos dañinos que produce el organismo. Utilizado para aumentar de forma rápida el número de plaquetas. Se utiliza en casos urgentes. Suele resultar positivo en el 80% de pacientes.
- Esplenectomía: consiste en la extirpación del bazo en el caso de fracasar otros tratamientos y valorando una serie de factores como la edad o el estilo de vida.
- Trasfusión de plaquetas: si hay una hemorragia con riego vital se suele hacer, pero al destruirse las plaquetas con facilidad y su efecto beneficioso ser breve, no es muy aconsejable.
Lo más importante es que se trate a tiempo y se pueda coger el mejor tratamiento adecuado al paciente. Ha habido casos en los que al no ser diagnosticado a tiempo, ha sido demasiado tarde para curarse y han llegado a fallecer. Por ello, hay que hacerse pruebas continuamente, seguir los consejos del médico y sobre todo cuidarse mucho.
