El calor ha irrumpido en nuestras vidas antes de lo esperado este año y, es posible, que tengamos que afrontar una quemadura solar antes de tiempo. Bien por qué no acostumbramos a untarnos con protector solar tan pronto o bien por qué no calculamos la fuerza de la exposición solar.
Los signos de una quemadura solar
Las primeras señales de que nos hallamos ante una quemadura solar los encontramos ante un enrojecimiento generalizado de la zona afectada y una dilatación de los vasos sanguíneos. La segunda respuesta del organismo viene dada por una inflamación del mismo como mecanismo para reparar la lesión.
Lo malo de este tipo de quemaduras, es que la mayoría de veces no advertimos que nos hemos quemado hasta que ya es demasiado tarde. Se debe ser especialmente cuidadoso en no dormirnos al sol y en aplicarnos la protección solar en repetidas ocasiones.
Pero, ¿qué hacer cuándo nos quemamos con el sol?
Las quemaduras solares pueden ser de diferente intensidad, si nos quemamos de forma más grave, nuestras lesiones cursarán con ampollas en la piel y deberemos extremar la precaución en nuestra higiene.
Algunas recomendaciones, si nos quemamos al sol, son:
– La primera reacción de nuestro cuerpo es el enrojecimiento y la inflamación, además de una subida de temperatura en la piel afectada. Por ello, deberemos tratar de bajar la temperatura de manera eficaz a través de duchas o baños de agua fresca (un poco más baja que la temperatura ambiente, pero sin excedernos).
– Ante el dolor de una quemadura solar, podemos tomar algún tipo de antiinflamatorio o analgésico, como son el ibuprofeno o el paracetamol. Así, tu recuperación se hará menos pesada y te sentirás mejor.
– Se debería evitar el agua salada o los jabones y geles, ya que todo esto podría irritar nuestra piel. Es mucho mejor lavarnos tan solo con agua fresca.
– Una vez baje la temperatura de la piel, se debe hidratar la piel abundantemente. Lo más aconsejable es hacerlo con productos lo más naturales posible, como la planta de aloe vera. Tampoco olvides hidratarte tú, bebe abundante líquido, agua a poder ser, durante los días de recuperación.