Con la llegada de la primavera y la subida de temperaturas, son muchos los que se animan a darse los primeros bañitos de sol en búsqueda de conseguir un tono dorado de piel. Pero, ¿qué pasa cuando esto se convierte en una obsesión durante los 365 días del año?
Precisamente, esto es lo que les sucede a las personas afectadas por la tanorexia, un trastorno psicológico que provoca una grave obsesión por mantenerse bronceado siempre. Al igual que ocurre con la anorexia, enfermedad en la que jamás te ves suficientemente delgado, los tanoréxicos tampoco se ven nunca suficientemente ‘morenos’, pese a tener un tono de piel anormal tras tanto sol.
Obsesión por mantenerse bronceado
Para intentar satisfacer la necesidad de bronceado continuo, los tanoréxicos suelen intercalar baños de sol al aire libre, con sesiones de rayos UVA en cabinas en algunos centros de estética especializados.
Aunque esta enfermedad puede afectar tanto a hombres, como a mujeres, su incidencia es mayor en las mujeres jóvenes de entre 17 y 35 años, las cuales no se encuentran a gusto con su aspecto físico y buscan ‘mejorarlo’ continuamente.
Síndrome de abstinencia
La mayoría de casos de tanorexia se descubren tras la visita al médico, por parte de los pacientes, para tratarse problemas en la piel tales como manchas irregulares, verrugas, quemaduras solares y en los casos más graves, melanomas.
Esto ha destapado los peligros físicos de tomar el sol de forma desmesurada, sean cuales sean sus resultados. Además, se han observado unos comportamientos anormales en aquellos que no ‘conseguían’ su objetivo de tener su piel más oscura, generándoles episodios de angustia y sentimientos de culpabilidad.
También, esta obsesión por mantenerse bronceado puede tener unos efectos parecidos al síndrome de abstinencia que tienen las drogas, si se interrumpe la exposición a los rayos UVA de golpe. Y es que la exposición a los rayos UVA activa la producción de serotonina y se liberan endorfinas.
En todo caso, tomar el sol con moderación y la debida protección solar es altamente beneficioso para la salud. Así, que procura no olvidarte del órgano más grande que tenemos en nuestro cuerpo, pero, eso sí, mimándolo mucho.
